Unió de Pagesos reclama a la Generalitat un cambio de la política hacia la fauna silvestre

Agronews Castilla y León

16 de marzo de 2016

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Unió de Pagesos reclama al Gobierno catalán un replanteamiento urgente en la gestión de la fauna salvaje en todo el territorio, ya que las medidas aplicadas en los últimos años han demostrado ser ineficaces tanto para disminuir las poblaciones de las diferentes especies, algunas de las cuales como los jabalíes y los conejos se han convertido en verdaderas plagas, como para evitar los daños, cada vez más elevados, los cultivos y los rebaños de montaña. El sindicato tiene previsto plantear estas cuestiones en los próximos días en reuniones con los representantes de la Dirección General de Políticas Ambientales (fauna protegida) y los de la Dirección General de Forest (fauna cinegética).

Para esta organización agraria, el aumento constante de las capturas de fauna salvaje en los últimos años, sobre todo de jabalíes y conejos, indica un incremento de las poblaciones sin parar, mientras los daños que ocasionan van más allá de las pérdidas económicas en los cultivos, ya que han hecho perder muchas cosechas, o de que mucha campesinado ha visto obligada a tener que cambiar de cultivo; también ponen el riesgo la continuidad de las explotaciones agrarias.

La especie que causa más daños en toda Cataluña es el jabalí, con una población estimada de 60.000 ejemplares, según datos del departamento de Agricultura. Las capturas han ido aumentando año tras año, llegando la temporada 2014-2015 -la última de la que se disponen datos- los 36.447 ejemplares (34.789 en áreas privadas de caza, 687 en las reservas nacionales de caza y 971 en las zonas de caza controlada). Sólo las capturas en las áreas privadas de caza han aumentado un 54% entre 2000 y 2015.

Aunque el periodo hábil de caza va de septiembre a finales de marzo, entre junio a agosto también se puede cazar con una comunicación (4.473 en toda Cataluña). Además, en 2015 se otorgaron un total de 1.026 autorizaciones excepcionales de caza por daños de jabalí en toda Cataluña (un 54,29% del total de 1.890 autorizaciones que se otorgaron).

Teniendo en cuenta esta situación, Unió de Pagesos pide una nueva normativa en la gestión de fauna, además de una ley de caza catalana que reivindica desde hace muchos años, que haga compatibles las necesidades tanto de agricultores como de cazadores, y que supere la actual, que es de 1970. el sindicato considera imprescindible disponer de una normativa que se base en censos de fauna públicos, basados ​​en criterios técnicos, que se actualicen periódicamente para saber con más exactitud cuándo y cómo hay que actuar para rebajar las superpoblaciones de fauna hasta niveles asumibles para la agricultura y conseguir, de esta manera, reducir los daños que actualmente sufren las explotaciones agrarias.

La medida de emergencia cinegética propuesta por Unió de Pagesos, que permite actuar a la administración para reducir superpoblaciones en caso de daños y cuando se demuestra la falta o la incapacidad de actuación de los titulares de la zona declarada en emergencia, tampoco es, en la práctica, una herramienta eficiente, ya que no dispone de un protocolo para una aplicación eficaz que garantice que se toman todas las medidas necesarias para reducir la población por debajo de los umbrales de emergencia.

Por otra parte, en el caso de los buitres, sobre todo en primavera, época de mayor riesgo de ataques, el sindicato pide a la administración que se hagan realmente efectivas las medidas de apoyo a los ganaderos, la vigilancia de las zonas de riesgo de ataques por parte del cuerpo de agentes rurales y, si es necesario, que se echen los buitres. Unió de Pagesos reclama al Gobierno que deje de negar la existencia de los ataques, que actúe para prevenirlos, y que sean veterinarios los que hagan los peritajes de los daños para compensar los efectivamente producidos. El sindicato considera que la administración no puede continuar negando que los buitres atacan ganado vivo que no está moribundo: una vaca o yegua que está pariendo, incluso en un parto con complicaciones, no es un animal necesariamente moribundo, como tampoco lo es un ternero.

En cuanto a las especies ya extinguidas y reintroducidas, como es el caso de oso pardo en el Pirineo, Unió de Pagesos defiende que se limite y que, teniendo en cuenta que la población de este animal sigue creciendo, no deberían liberar más ejemplares, ya que el aumento de esta población es incompatible con la actividad ganadera. Es necesario reforzar las medidas para evitar los ataques a las vacas y el ganado equino y vacuno, que también han comenzado a sufrir los daños.



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