Si ahora tuviera que hacer balance de los úiltimos años del sector porcino, sin duda señalaría la creación de la Interprofesional Interporc como una de las principales metas alcanzadas. Una vez conseguido[[{«fid»:»19253″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:225,»width»:300,»style»:»width: 200px; height: 150px; border-width: 6px; border-style: solid; margin: 6px; float: right;»,»class»:»media-element file-media-original»}}]] el marco jurídico para su funcionamiento, entre los años 2013 y 2015 se ha consolidado el sistema de recaudación, en el que producción y transformación han aportado a partes iguales un pequeño importe por cerdo sacrificado. En este sentido, hay que felicitarse por el hecho de que la práctica totalidad de los operadores del sector se han adherido al sistema de extensión de norma.
La Interprofesional juega un importante papel como punto de encuentro y de vertebración del sector. Uno de sus objetivos primordiales es defender el modelo europeo de producción y la calidad de los productos porcinos del país. Bajo esta premisa se ha llevado a cabo una campaña para dar a conocer al consumidor las cualidades de la carne de cerdo y sus óptimas características nutricionales, ayudando a desterrar creencias equivocadas.
Un reto tan ambicioso como mejorar la percepción de la came de cerdo sólo se puede lograr con la unión de toda la cadena. También se ha realizado mucha promoción en mercados exteriores, una acción fundamental para un sector que depende en más del 30% de la exportación. Aunque como productores nos puedan parecer lejanos estos aspectos de mercado más ligados a la industria, ¿no nos beneficia a todos que crezca la demanda de lo que producimos?
La apuesta de la producción
En estos momentos, en que se está diseñando el plan de actuación para los próximos años, es vital permitir la consolidación de Interporc. Para ello es necesaria la implicación directa del sector, y en especial de la producción, participando activamente en los grupos de expertos de la organización constituidos para trabajar diferentes temas. Esta es una manera de incidir en lo que realmente nos interesa, entender un poco mejor el funcionamiento del sector y hacer más transversal nuestra interprofesional. Son varias las propuestas que se pueden formular, aunque tenemos claro que uno de los ejes a trabajar a nivel nacional es la sanidad.
Compartir datos
Otra apuesta de las cooperativas es la creación de una gran base de datos con información relativa a pesos y calidades de las canales, que puede ayudar sin duda a hacer aún más competitiva nuestra ganadería e industria cárnica, dado que permitiría adaptarnos más rápido y mejor a las nuevas exigencias que nos demanda el mercado. Sería lógico que su implantación se produjera en todo el estado español, ya que los numerosos intercambios comerciales así lo justifican.
En todo este proceso, habría que tener paciencia y no esperar resultados a corto sino a largo plazo porque los desafíos no son pocos. Estamos en un mercado globalizado y cambiante donde la came de cerdo se ha transformado en un commodity que va circulando por el planeta en grandes contenedores refrigerados. Somos los segundos productores europeos a poca distancia de los alemanes y, ante un consumo intemo estancado, la demanda exterior puede seguir creciendo, pero nos enfrentamos a grandes competidores como EEUU o Canadá.
Sin duda, nuestro gran reto será seguir siendo competitivos en el mercado y trabajar con un modelo de producción sostenible a nivel sanitario y medioambiental. Y ya que estamos consolidados como buenos productores de carne, tal vez es el momento de aprovechar sinergias y acercamos a lo que la industria necesita.
Con este objetivo, aparte de posibles acuerdos individuales que se puedan llevar a cabo, no se me ocurre mejor foro que Interporc. Siendo una potencia cárnica de referencia mundial, no podemos prescindir de una interprofesional potente que otros países productores instauraron ya hace años.
Ramón Armengol, presidente del CS de Porcino de Cooperativas Agro-alimentarias de España.
