SOS Rural irrumpe en el escenario político con un campo unido y resuelto a consolidarse como fuerza social integradora de todo el mundo rural

  • Miles de personas de toda España alzan su voz en Madrid en defensa del mundo rural y contra las políticas que están liquidando su modo de vida

Agronews Castilla y León

14 de mayo de 2023

SOS Rural 1

Madrid ha sido testigo de una inusual demostración de unidad del mundo rural en defensa de su modo de ganarse su vida y en contra de las políticas que están liquidando su actividad económica, y que amenazan con llevarse por delante el futuro de los 9 millones de españoles que viven y trabajan en el medio rural. En un solo mes de vida, SOS Rural ha logrado reunir alrededor de 25.000 personas llegadas a la capital con sus propios medios desde todos los rincones de España. Más de 500 organizaciones de todo tipo se integraron y secundaron la llamada de SOS Rural, un movimiento ciudadano independiente y apartidista que, en apenas un mes de existencia, ha irrumpido con determinación en el escenario político y social de España.

Los agricultores, ganaderos, cazadores, mujeres del mundo rural, transportistas, pescadores o autónomos se dieron cita en la Plaza de Carlos V, frente al Ministerio de Agricultura.

SOS Rural 2La marea de indignación de los españoles que viven y trabajan en el mundo rural, que se ha hecho patente hoy en Madrid, responde a la “alarmante falta de conocimiento de los políticos sobre el mundo rural, sus políticas cainitas y ante la falta de eficacia y endogamia de las organizaciones agrarias tradicionales”, según SOS Rural. De hecho, estas obsoletas organizaciones no han hecho acto de presencia en Madrid, abandonando así la defensa de los intereses del sector primario. Sí lo hicieron, sin embargo, millares de sus afiliados que se manifestaron a título personal haciendo caso omiso a las presiones de sus dirigentes.

“Estropicio sin precedentes para 9 millones de españoles”

SOS Rural irrumpe así en el escenario político con un campo unido y resuelto a consolidarse como fuerza social integradora de todo el mundo rural. La plataforma ciudadana, “libre, integradora y apartidista, que no apolítica”, ha proclamado que la manifestación es el “hito fundacional de un movimiento imparable que desbordará la política española”. “Hoy empieza todo. Esta manifestación es el inicio de un terremoto social que será imparable. Daremos la vuelta al tablero. Comprometemos en ello nuestro esfuerzo, compromiso y nuestra vida. Ha nacido SOS Rural y vamos a pelear, vamos a ganar nuestro futuro y, de paso, haremos ganar a nuestro gran país, que es España”, proclama la plataforma, que tiene como objetivo convertirse en un agente imprescindible de la política española para poder “influir en las decisiones que están creando un estropicio social y económico sin precedentes para 9 millones de personas”. Anuncia además que “ya estamos trabajando con movimientos muy similares en Holanda, Francia y Alemania para consolidar un movimiento paneuropeo con SOS Rural como protagonista dentro y fuera de nuestro país”.

SOS Rural considera “imprescindible proteger por ley los campos de regadío, que es de donde salen los productos frescos que compramos en los supermercados. En este momento, hay territorios, como en Murcia, donde se hace lo contrario: el Gobierno que preside Fernando López Miras ha aprobado una ley que obliga al agricultor a arrancar su huerta y sólo le permite instalar placas solares en algunas zonas. Una aberración incomprensible, un robo puro y duro”. Del mismo modo, añade el movimiento, “en Castilla-La Mancha se quita tierras a las familias, se les expropia los campos que los políticos consideran que no están produciendo. Eso está ocurriendo aquí y ahora. Es un robo institucionalizado”.

La organización relata situaciones concretas que están sucediendo en España: “Con el apoyo de los políticos, existe una intimidación constante de empresas multinacionales para comprar a muy bajo precio tierras de agricultores que están al límite para hacer acopio de hectáreas y hectáreas. E instalan enormes extensiones de placas solares. Nada menos que el 30 por ciento del suelo cultivable en España está ya acotado por las Administraciones para instalar placas solares”. “Esta suerte de saqueo organizado de tierras de familias españolas tiene consecuencias para todos: Marruecos se está convirtiendo en la huerta que antes era España, y nos impone productos de peor calidad, caros y sin controles sanitarios. ¿Qué tipo de inconfesables intereses existen para robar las tierras a las familias españolas y entregar así la actividad agrícola a Marruecos?”, se pregunta SOS Rural.

 

 

Conservar el agua cuando llueve para repartirla en tiempos de sequía

España sufre sequías de forma cíclica. Ocurrió en 1995 y está ocurriendo ahora. Por tanto, el agua, en opinión de SOS Rural, “hay que conservarla para que no falte para beber ni para ninguna actividad económica, sea en el campo, la industria o el turismo. Y eso se consigue con un buen plan hidrológico nacional que conserve y reparta el agua. Es aplicar el sentido común para tener una solución permanente”.

El olvido y maltrato a la actividad en el campo repercute de forma directa en el bolsillo de todos, reflexiona SOS Rural: “Si se cuida y se facilita la actividad en el mundo rural, habrá alimentos frescos y abundantes a buen precio. Pero si seguimos así, no podremos acceder a muchos alimentos sanos. Campo y ciudad tenemos los mismos problemas e intereses. Vayamos de la mano”.

Sobre la protección del medio rural, asegura que “nosotros somos los que cuidamos de los montes, bosques y campos, los que vivimos y trabajamos allí. Nosotros somos los ambientalistas. Los incendios gigantescos de estos últimos veranos son fruto del abandono de la actividad humana y ganadera. Nadie limpia el bosque, ningún animal desbroza la hierba que luego arde como gasolina”. “Nuestro país necesita un plan serio que haga viable vivir y trabajar en la España vaciada. No pedimos mucho: internet, medidas de apoyo a familias, emprendedores y empresas que quieran instalarse en el interior y alguna infraestructura básica”, concluye.



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