«Si no llegamos a tiempo a la explotación, los ladrones se habrían llevado otras 21 corderas»

Agronews Castilla y León

20 de diciembre de 2016

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Normalmente suelen hacer la revisión de la explotación hacia las ocho de la mañana. Pero el domingo, Roberto se levantó unas horas antes porque el carnicero iba a por los lechazos que esta semana los clientes comprarían de cara a las inminentes cenas de Nochebuena. Sin embargo algo había pasado, cuando llegó por el camino de tierra a la explotación, se encontró el tractor en la calle. Detalle que le hizo sospechar que las cosas no marchaban bien: “Vimos las puertas traseras abiertas de la nave y según dimos las luces, vimos a tres corderas de un año con las cuatro patas atadas”.

A este ganadero de la localidad vallisoletana de Montemayor de Pililla le acababan de robar más de una decena de ejemplares de lechazo de un año. Pero ahí no acababa la cosa; a cada paso que daba dentro de su propia explotación se encontraba con ejemplares muertos o atados. Es más, en los antiguos amarres de ordeño se topó con 21 corderas pilladas, todas con su crotal correspondiente: “Empezamos a llamarlas para que se fueran hacia atrás y ya en un rincón nos encontramos unas setenta ovejas muertas, medio asfixiadas” relata a Agronews.

10 por ciento de bajas en unas horas

A esta explotación que tiene junto a su hermano, de unas 700 ovejas en total, se le han ido en pocas horas más de un 10 por ciento de las cabezas de ganado, sin sumar los posibles abortos que muy probablemente sufran las parideras a las que una semana antes habían realizado ecografías: “Eso no se ha contabilizado pero van a suponer unas pérdidas tremendas” augura. De momento entre 15.000 y 20.000 euros ya se han calculado solo en las bajas producidas.

Roberto no solo incide en lo que ya ha perdido sino también en lo que ha dejado de ganar; más en una fecha como ésta, cuando la pieza de lechazo está 60-70 euros, cifra que le hubiera repercutido en unas ganancias de hasta 1.000 euros, por los ejemplares sustraidos. Tras el suceso, el productor llamó a la Guardia Civil que se personó una hora y media después en la finca, hecho que, según ha relatado «le indigna» y cuya tardanza explica sin paños calientes: “Habiendo robos como hay casi a diario y que ya se han producido en años anteriores, no entiendo cómo no hay una patrulla vigilando todas estas zonas de noche; No me lo explico” apostilla.

«Los autores saben a lo que vienen. No se les coge porque no se quiere ya que no es la primera vez que pasa»

Se refiere a los hechos que la semana pasada también han causado el robo de lechazos en localidades cercanas como Viloria del Henar o en La Parrilla: “A los autores no se les coge porque no se quiere” apunta. Es más, cree que se trata de un grupo organizado que roba de manera sistemática y que sabe lo que quiere: “Yo mañana digo a mis amigos que me traigan una cordera de un año que está mezclada con el rebaño de ovejas y no sabrían distinguirla, esa gente sí sabe a lo que viene”.

El ganadero concluye su testimonio esperando que se redoble la vigilancia de las patrullas policiales para poder dormir del tirón, algo que a duras penas ha conseguido en las últimas horas: “Cuando me levanto no solo sé si me van a robar sino que tampoco sé si me voy a encontrar a alguien dentro” teme. De momento, la Navidad en esta explotación ha empezado con un desagradable sabor de boca.



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