Los nuevos tiempos traen también nuevas ideas. De eso son conscientes Elisa y Rubén, dos jóvenes viticultores de Cuellar (Segovia) que decidieron un día aprovechar el tirón de Internet para financiar su proyecto al que bautizaron “Uvas nómadas”. ¿El objetivo? Conseguir a través de pequeñas aportaciones individuales el dinero suficiente para elaborar vinos con diferentes variedades de la geografía española.
La idea surgió hace dos años con la intención de dar un impulso a la uva garnacha de Ávila que tal y como lo presentaban “ está infravalorada pero cuenta con muchos valores enológicos”. Consiguieron más de lo previsto, 7.020 euros con el que pudieron elaborar y vinificar el caldo en su bodega. En 2014 la variedad escogida fue tinta de toro con la que pretendían reavivar un vino 100% fruta que cada vez está menos presente. El resultado fue aún mejor: 8.340 euros para costes de compra, transporte de la uva, elaboración,embotellado, etiquetado y posterior envío.
Este año la mencía de León se ha convertido en la gama elegida para realizar este proyecto con el que los jóvenes viticultores quieren “elaborar un vino lo más natural posible”. Por ello, la levadura es salvaje, de la propia zona y la fermentación se hará de manera natural y espontánea.
Las más de 1.400 botellas que se producirán estarán financiadas íntegramente del dinero obtenido en la campaña que ya han iniciado y para la que necesitan un mínimo de 6.000 euros. A todos aquellos que apoyen con sus aportaciones se les darán botellas con etiquetas personalizadas e incluso galletas de vino que se fabricarán con la misma uva mencía. Cada fase del proyecto puede ser seguida a través de las diferentes redes sociales con las que cuenta Malaparte vinos, creadora de esta idea con la que pretenden dar un aire fresco y actual a una actividad con siglos de historia.
