Según ASAJA-Almería, se prevé una disminución del 10% en la superficie de sandía, , mientras que la de melón se mantendrá estable.
Reducción en la Superficie de Cultivo de Sandía
La reducción en la superficie de cultivo de sandía es un hecho notable en la región. El Poniente almeriense, conocido por su producción intensiva de sandía, experimentará la mayor disminución. En contraste, áreas como Almería y Níjar prevén mantener la superficie de cultivo de sandía igual a la de la campaña anterior. Esta disminución es significativa ya que altera el patrón habitual de cultivo en la región.
Estabilidad en el Cultivo de Melón
En cuanto al melón, las expectativas son más estables. La superficie dedicada a su cultivo se espera que se mantenga similar a la del año pasado, con una distribución de 2.500 hectáreas. Esto sugiere una continuación en la confianza de los agricultores en este cultivo, a pesar de las fluctuaciones del mercado.
Factores Influyentes
Varios factores influyen en estas tendencias. La estabilidad en las cotizaciones de los productos de invierno y el temor a los virus en los cultivos de primavera son algunos de ellos. Según Adoración Blanque, Presidenta de ASAJA-Almería, la inestabilidad tradicional de los precios de la sandía está provocando que muchos agricultores opten por continuar con las hortalizas esta primavera.
Zonas Productoras y Variedades Preferidas
La vega de Almería y el campo de Níjar, principales zonas productoras de sandía, mantendrán una superficie similar a la pasada campaña. Sin embargo, las plantaciones de tomate tardío y las cotizaciones de este están frenando la expansión de la sandía. En cuanto a las variedades de melón, las piel de sapo y amarillo siguen siendo las preferidas, mientras que las variedades Galia y Cantaloup están perdiendo popularidad debido a la falta de precio en las últimas campañas.
Consideraciones Económicas
Los altos costes de producción, que han ido en aumento campaña tras campaña, son una preocupación constante para los agricultores almerienses. Estos costes obligan a los productores a buscar cultivos que ‘aseguren’ el valor de sus producciones, lo cual está inclinando la balanza hacia las hortalizas, consideradas más seguras que las frutas de primavera.
Incidencia de Virus y Plagas
Otro factor determinante es la incidencia de virus y plagas. Estos riesgos, aunque presentes en las hortalizas, se manifiestan antes de la recolección, a diferencia de lo que ocurre con la sandía, donde la incertidumbre perdura hasta el final del ciclo productivo. Esta situación está llevando a muchos productores a evitar el riesgo que representa el cultivo de sandía.
