El sector ganadero está viviendo importantes cambios en los últimos tiempos como consecuencia de los cambios normativos destinados a reducir el uso de antibióticos. Distintos informes aseguran que las bacterias multirresistentes provocan cada año cerca de 700.000 muertes en el mundo según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las previsiones prevén que, en 2050, serán 10 millones las víctimas de la resistencia.
Ante esta situación, Laboratorios Ovejero ha decidido poner en marcha, sobre las oportunidades que ofrece el ya archiconocido “Big data”, un proyecto que busca optimizar el uso de antibióticos de tal forma que, sobre la base de reforzar el bienestar animal, el empleo de estos se reduzca y se optimice sin que el ganadero vea mermada la rentabilidad de su explotación.
“Vamos a vivir un profundo cambio en la forma de trabajar en las granjas”, aseguraba recientemente Gabriel Moyano, jefe de inmunoterapia y bioseguridad en la citada empresa, afirmando que “se van a producir restricciones en el uso de antibióticos, controles estrictos en la prescripción de los mismos, monitorización de como se usan… desde febrero de 2019 se activará la receta electrónica y ante esto es necesario buscar alternativas, nuevas terapias, ofrecer una mayor formación sobre ellas así como nuevas herramientas que permitan al sector adaptarse a la nueva situación”
Precisamente la respuesta a esta demanda es el Programa Piroa Lactis Tool, que ha puesto en marcha, hace poco más de un mes, Laboratorios Ovejeros, y en el que colabora, por ejemplo, con la empresa leonesa Lactiber, que tiene el objetivo ya señalado de optimizar al máximo el uso de esos antibióticos sobre la base de la prevención de la enfermedad fortaleciendo las medidas de bioseguridad; impulsando el diagnóstico precoz de la misma con un seguimiento continuo de la granjas así como un asesoramiento técnico y formación en terapias alternativas.
“Un aspecto fundamental del proyecto, asevera Gabriel Moyano, es la reducción de la entrada de patógenos en la granja para lo que la correcta aplicación de todas las medidas de bioseguridad es fundamental”. A lo que se añade el desarrollo de medidas destinadas a fortalecer la inmunoterapia de las vacas, que por el simple hecho de producir leche sufren situaciones de desequilibro en sus sistemas inmunes lo que hace que la prevalencia de las enfermedades pueda ser superior y es aquí, concluye Moyano, donde productos como “Fortinmune Bov” puede facilitar la mejora de esa situación.
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