«Los regadíos de Castilla y León deben cambiar su modelo energético para asegurar su futuro» José Manuel Omaña, AIMCRA

Agronews Castilla y León

19 de octubre de 2016

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Durante la mañana de hoy, 19 de octubre, la Asociación para la Mejora del Cultivo de la Remolacha Azucarera ha analizado en una interesante jornada sobre el ahorro energético como base de la mejora de la rentabilidad de la remolacha pero también del resto de cultivos.

El Director Gerente de AIMCRA, José Manuel Omaña, en declaraciones a AGRONEWS, ha señalado que «el sector agrario tiene que cambiar el modelo energético de los regadíos, con los precios actuales es imposible seguir manteniendo en el futuro explotaciones que estén pagando mensualmente entre 800-1.000 euros por hectárea, tenemos que ser capaces de lograr que el conjunto del sector gaste en energía lo mismo que los regadíos modernizados, entre 100 y 200 euros, con esa cuantía seremos competitivos con franceses o alemanes… y ahí es donde entra en juego el riego solar»

«O damos ese paso o estará en juego el futuro de las explotaciones de regadío de sondeos en Castilla y León que ven como la energía supone el 30% de los costes de producción de un cultivo como la remolacha», aseveró Omaña que confía en que las experiencias positivas que ya existen en 20 explotaciones de la región sean «el ejemplo para ese nuevo impulso tecnológico para el conjunto del sector»

A la pregunta sobre los costes que supone esa inversión, el director de AIMCRA ha señalado que «el precio de la instalación es lo mismo que se va a gastar en 5/6 años en gasoil un agricultor que riegue con un sondeo», «teniendo en cuenta que esa obra puede tener una vida útil de más de 40 años, creo que la amortización es muy rápida, pasamos de un gasto de 40.000 euros año en carburante fósil que en 20 años serían 800.000 euros frente a un coste inicial de 150.000 euros» concluyó.

Para finalizar, José Manuel Omaña, aseguró que la Administración esta muy receptiva a este tipo de iniciativas, «necesitamos su apoyo bien a través de ayudas que faciliten la inversión pero, especialmente, para que lo que se haga de una forma racional y correcta, que no haya fracasos que desanimen al resto de agricultores que puedan estar interesados



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