«Los Desiertos Verdes» una forma de usar agua para dar vida dentro y fuera de la tierra

Agronews Castilla y León

7 de julio de 2018

planta

La sequía, más en años como éste, parece un problema de segundo orden. Sin embargo la desertificación de determinadas zonas sobre todo en Castilla y León es una realidad que demuestran distintos estudios universitarios. Uno de los últimos, llevado a cabo desde la Universidad de Valladolid en el campus de Palencia, le ha hecho merecedor del tercer puesto dentro de los mejores proyectos de los premios Life que se entregaron en Bruselas el pasado mes de mayo.

El proyecto, denominado “Life, los desiertos verdes”, ha sido puesto en práctica durante cinco años para testar su eficacia en terrenos difíciles de reforestar como en la localidad vallisoletana de Matallana, en zonas con escasa materia orgánica como San Isidro (León) o en escombreras mineras en la localidad zamorana de Riofrío de Aliste. Además se ha llevado a cabo el proyecto fuera de Castilla y León extendiéndose a Cataluña y Aragón: “España por desgracia es bastante árida, tiene suelos con grave erosión y este sistema puede ser útil” reconoce el coordinador del proyecto Zacarías Clérigo en una entrevista para el programa de esRadio Europunto de Vista que se realiza en colaboración con Euranet Plus.

El método se ha llevado a cabo a través de las denominadas “waterbox”, unas cajas que almacenan el agua del rocío, nieblas o tormentas, lo guarda a través de un sistema que impide su evaporación y un pequeño hilo que lo conecta con los estadios vegetativos iniciales de la planta donde las suministra agua en las épocas de sequía: “Es como el niño al nacer que no puede mamar y el biberón le sustituye, este sistema además de suministar agua y subir la temperatura en invierno y disminuirla en verano además de evitarle las malas hierbas” apunta.

EN UN DATO

  • El proyecto Life Los Desiertos Verdes compitió con otros 450 proyectos de toda la UE por estos galardones. 

Estas cajas han sido capaces de repoblar a 2.000 metros de altura, en desiertos como los Monegros o en zonas que no tienen prácticamente suelo a través de herramientas que consiguen vida donde resulta prácticamente impensable, algo que ayuda a mitigar efectos como el cambio climático: “El único problema es el dinero, porque se encarece la plantación, y por ello se deben utilizar en zonas donde sería muy difícil que la planta nazca” lamenta. Las cajas se elaboran con distintos elementos desde cartón biodegradable a piel de la patata aunque los resultados no son iguales.

Pero las ideas no quedan ahí y desde el campus de la UVa el profesor Zacarías Clérigo ya está trabajando junto a su equipo en nuevos planes que puedan ayudar a conservar el Medio Ambiente. Para ello han presentado tres nuevos proyectos uno para aminorar los costes en viñedo y tomates junto a dos universidades italianas, otro proyecto para recuperar suelos pobres en agricultura tradicional con trigos duros y cultivos como el espelta y uno más para combatir la despoblación del medio rural despoblado frente a los que usan regadíos: “Si el suelo no da vida no hay gente que pueda explotarlo ni en agricultura ni en ganadería y, por tanto, las universidades debemos luchar por los suelos abandonados frente a los que tienen más rentabilidad”. Una forma , en definitiva, de repoblar en el más amplio sentido de la palabra. De dar vida dentro y fuera de la tierra.

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