Los avicultores de Olmedo claman contra la construcción de un lagunaje a unos metros de sus explotaciones

Agronews Castilla y León

18 de marzo de 2017

El pasado viernes se lo transmitieron a la Consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, en su visita a Olmedo. Los avicultores de la zona están preocupados por el proyecto que podría aprobarse en breve en la zona, máxime en una época en la que se mira por el retrovisor a Francia y Cataluña que han mostrado los problemas sanitarios -y productivos- que causan los recientes focos de Gripe Aviar.

¿El motivo? La construcción de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de la zona que contempla, junto a la planta que fue abierta hace casi un mes, la creación de un lagunaje junto a ella, más conocido para los habitantes como «bodón». Esto no es más que lo que se incluye dentro del concepto “lavajo”, humedales repletos de flora y fauna silvestre que abundan en comarcas de Ávila y Salamanca y que tienen poca profundidad, aunque pueden contener agua durante todo el año. De hecho, en este proyecto tal y como consta en el informe se reducirían las cotas de «inundación» de los dos metros actuales a poco menos de uno de profundidad.

Sin embargo, son consideradas de carácter “insalubre” ya que los mosquitos que allí habitan o las aves silvestres que anidan en su entorno pueden transmitir ciertas enfermedades con relativa facilidad. Aquellos que son bodones naturales no deben -ni pueden- modificar su orografía o población, pero, tal y como ha explicado en una entrevista a Agronews Jesús Ángel González Morago desde la explotación avícola García Puente, el problema llega cuando se quiere “crear” un bodón en lo que actualmente son unas balsas que, si la idea sigue adelante, tendrán que acometer un proceso de naturalización: “Yo desde ese momento tendría un problema zootécnico de primer nivel que podría paralizar toda mi producción” explica.

«Ha sido una forma de dar salida a las balsas que tenían allí, pero lo han hecho a la remanguillé»

Y lo hace con datos sobre la mesa. Aquellos que, en forma de alegaciones formales, han sido presentados en los días en los que ha estado en fase de exposición pública el proyecto, aupado por el Ayuntamiento de la localidad y con el apoyo de Somacyl; De esta forma, se transformarían dichas balsas a través de la colocación de vegetación, un mirador y unas características que permitirían la llegada de aves migratorias: “Ha sido una forma de dar salida a las balsas aunque parece que lo han hecho de forma encubierta y ‘a la remanguillé’” añade González.

Y es que la explotación avícola se encuentra a escasos 900 metros del lugar donde se realizarán las obras de readaptación de balsas a lagunaje. La situación se complica cuando, según el testimonio que nos ofrece Jesús, se le concede a la explotación en junio del año pasado la ampliación de gallinas con las que contará la industria, una de las tres más potentes de Olmedo, hasta alcanzar el millón de ponedoras -actualmente cuenta con poco más de 700.000-.

EN DOS DATOS

  • García Puente es una de las tres industrias que convierten a Olmedo en una de las principales potencias en ponedoras de toda Europa
  • El proyecto se incluye dentro de la remodelación de la EDAR, que está presupuestado por la Junta en 4,4 millones de euros, 600.000 de ellos puestos por el consistorio.

Pero los problemas van más allá: “Yo tuve que presentar un proyecto que me aprobaron y pasar un estudio de impacto ambiental para implantar camperas – animales al aire libre-, por lo que una infección en mi explotación, a esa distancia y si se aplicasen las directrices europeas, supondría la paralización de todas las gallinas e incluso el sacrificio” aduce. Estas normativas afectarían a un radio de hasta 10 kilómetros en caso de llegar aves migratorias transmisoras hasta el humedal, y que afectarían no solo a García Puente sino a las otras dos industrias avícolas de la localidad.

Un proyecto «sin estudio de impacto ambiental»

Jesús no se lo explica, como tampoco comprende que en su granja hayan tenido que pasar todos los trámites pertinentes y en el caso del lagunaje, tal y como explica, se reduzcan a “cuatro líneas incluido el enunciado” todo lo referente al impacto ambiental en el proyecto oficial: “No se tienen en cuenta los efectos positivos ni negativos de esa construcción, tampoco se ha cumplido el artículo que obliga a quienes ejecutan el proyecto a notificar a los colindantes esta construcción”. Además, dice tener constancia de que no se han solicitado informes ni a la Consejería ni a la CDH de un proyecto, paradójicamente, llevado a cabo por Somacyl, organismo que depende de la Consejería de Medio Ambiente.

Por ahora, ha sido su empresa la que ha solicitado los informes preceptivos a Agricultura y Ganadería y esperan que éstos sean “favorables” a su reclamación que dejaría, por tanto, constancia del riesgo que implica la transformación de las balsas en ese humedal. Según zanja Jesús Ángel González, el proyecto seguirá adelante con la defensa del Ayuntamiento que defiende el valor ecológico de esta construcción pero se encuentra, en el otro lado, con el espaldarazo de la dirección territorial de Medio Ambiente y la Consejería de Agricultura y Ganadería que ha mostrado su “total apoyo” a los ganaderos.

Así las cosas, mientras esperan los resultados, observan de reojo los problemas causados en granjas avícolas en Lleida que han lastrado la exportación de los huevos y han perjudicado a un sector que en España junto a Holanda convierte al país en referente y líder dentro del sector avícola de puesta en toda Europa.



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