No ha habido mucho que celebrar este año en el día del patrón del campo, San Isidro Labrador, tras dos meses sin apenas precipitaciones y una situación irreversible por la sequía en miles de hectáreas. Este15 de mayo al santo le han ‘llovido’ las peticiones de lluvia, pero, de momento, las predicciones no anuncian las decenas de litros que necesita la seca tierra. Con esta situación, el Gobierno central aprobó el martes un paquete de medidas urgentes al campo frente a la sequía que son bienvenidas en el sector, pero que creen que no serán suficientes para Castilla y León porque, a falta de conocer cómo se hará la distribución, según José Antonio Turrado, secretario general de Asaja en León, “Castilla y León no es zona de gran incidencia de sequía” y, por tanto, las ayudas serán menores que en otras zonas, como Andalucía. Sin embargo, que hoy no lo sea, no significa que mañana la situación no sea similar a la que hay hoy en el sur. En total, el ministerio ha anunciado “276 millones de euros, que no sabemos cómo se van a repartir”. En la provincia de León, Asaja calcula en 70.000 las hectáreas afectadas por la sequía y dan “por perdido todo el secano y los forrajes”. Desde UGAL-UPA, su secretaria general, Sonia Castro, pide también ayudas a la Junta de Castilla y León “para paliar estos daños” y que tanto unas como otras, lleguen “cuanto antes porque la gente necesita tener disponibilidad económica para poder alimentar a sus animales y para poder hacer frente a los gastos que ha supuesto la siembra”. Por su parte, Juan Antonio Rodríguez, coordinador de UCCL en León califica las ayudas anunciadas por Luis Planas de “electorales” y asegura que “los políticos están a otra cosa y no están ayudando al sector agrario”, critica que los “políticos” no pisen el campo para conocer su situación real y cree que “hasta que no vean que en los lineales empiezan a faltar productos como leche o aceite, no van a ser valientes”. La UCCL pide que se activen las ayudas de crisis de la UE y que se repartan “como mínimo 25.000 euros en una ayuda directa”.
Con este panorama, las tres organizaciones leonesas se muestran dispuestas a salir juntas a las calles, según Sonia Castro “habrá que salir para apoyar y luchar por nuestros agricultores, porque las administraciones dicen que somos un sector estratégico al que hay que apoyar, pero después no se ve reflejado en su apoyo real. Entonces si hay que salir a las calles, se va a salir y luchar por el bien de los agricultores y ganaderos”. José Antonio Turrado no duda de que habrá movilizaciones en el ámbito autonómico, lo cual “no quiere decir que no haya que hacerlas en otros sitios y creo que tenemos que hacerla toda las organizaciones juntos, estoy seguro de que nos vamos a poner de acuerdo porque es un tema muy concreto y creo que habrá ese entendimiento de una manera u otra”. Por su parte, Juan Antonio Rodríguez sostiene que “tendremos que luchar por la viabilidad y por el montón de millones que hemos metido en modernización de regadíos y tendremos que defender esto”. Él vaticina un “otoño caliente”.
La radiografía del campo leonés
En León, los cuatro embalses están el 75% de su capacidad, los riegos de nascencia están mermando de manera rápida las reservas de agua, que ya están 15 puntos por debajo de la media de la última década a estas alturas del año. El análisis que hacen las organizaciones agrarias de la situación actual es crítico, para Asaja el secano y el forraje está perdido porque no hay llovido desde el 11 de marzo y “eso no hay cultivo que lo aguante”, en regadío no hay “nada perdido, pero el problema es que hay zonas no modernizadas donde no han sembrado el maíz porque no ven cómo hacerlo para que la semilla nazca, además, hay una previsión de sembrar 25000 hectáreas de girasol” que cree que no se sembrarán. Desde UGAL-UPA, Sonia Castro no duda de que el secano tendrá un rendimiento “muy escaso y nulo en algunas zonas, es catastrófico en cereal” y el agua que se está usando para la nascencia “son hectómetros que se verán mermados en verano”. La UCCL cree que estamos ante la peor cosecha de la historia en Castilla y León y las “dos o tres” peores en León, ya que el regadío puede dar algo de viabilidad a la campaña, a pesar de que los agricultores han “sufrido muchísimos más gastos para hacer nacer los frutos y hay ciertos miedos sobre cuánto puede durar la campaña de riego porque este año tenemos una gran superficie de remolacha”, además califica de “dramática” la situación de la ganadería y afirma que “se van a empezar a matar (vacas de leche) para carne para poder dar de comer al resto de la cabaña”.
