Aunque todo parecía indicar que el 1 de octubre comenzaría la temporada con riesgo bajo de incendios, las escasas precipitaciones y las aún elevadas temperaturas han provocado que esta fecha no sea fija para dar luz verde la orden de quema de rastrojos controlada en las parcelas cerealistas de Castilla y León.
La Consejería de Medio Ambiente y la de Agricultura han reunido hoy a las principales OPAs regionales para trasladarles las medidas que compondrán la orden, que ahora dependerá de Milagros Marcos y que se centra, principalmente, en otorgar a aquellos agricultores que, a través de una solicitud, pongan en conocimiento de la Junta y de la Delegación Territorial su necesidad de quemar rastrojos por motivos sanitarios y para evitar riesgos de plagas. Además deben cumplir la condicionalidad de la PAC en dicho terreno.
Milagros Marcos: «La orden permitirá un mayor ahorre en los costes de las explotaciones en fitosanitarios»
Si en cinco días no reciben la denegación, podrán realizar la quema de hasta un 25 por ciento del terreno sembrado: “Esta orden busca respetar el medio ambiente con el menor uso de fitosanitarios, una menor incidencia en problemas de salud y un mayor ahorro en los costes que tienen que asumir las explotaciones” explicaba esta tarde Milagros Marcos en una comparecencia a la que ha acudido Agronews.
Un plan expermiental de cuatro años de duración y prorrogable
Fomento, por su parte, autorizará ese Plan técnico/científico aunque Juan Carlos Suárez Quiñones ha querido dejar claro que esta orden sólo supone una excepción que está recogida dentro de la norma, de carácter nacional, y que prohíbe la quema de rastrojos a no ser que se deba a motivos fitosanitarios: “Es un plan piloto, experimental y que nos servirá para analizar los beneficios que pueda tener en esos tres ejes que van de la salud al ahorro”.
EN CUATRO DATOS
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Se permite al agricultor quemar un 25 por ciento de su superficie por año y él será quien decida qué parte es la que más riesgo puede tener de plagas. -
En cada una de las actuaciones solicitadas para la quema se contará con un equipo de tres personas, un dispositivo móvil y el aviso al servicio de emergencias 1-1-2. -
Se deben crear una áreas de cortafuegos de al menos tres metros y cinco en el caso de parcelas con más de 100 metros cuadrados -
La distancia mínima respecto a las masas forestales es de 400 metros, tal y como establece la normativa
Desde el año 2000 sin permiso para quemar
Los responsables de las organizaciones agrarias se han felicitado por la toma de esta decisión que supone una prueba para, si sale bien, en los próximos años convertirse en una práctica habitual: “Siempre se ha quemado,es una práctica de toda la vida. Además es bueno para reducir la contaminación y para preservar los reservorios de caza. Solo pedimos que haya la menor burocracia posible cuando los agricultores lo soliciten y se haga de forma fácil” reclamaba Donaciano Dujo desde ASAJA.
Por su parte, Aurelio Pérez de la Alianza UPA-COAG ha asegurado que no se va a quemar de forma masiva, sino solo lo estrictamente necesario, pues es una práctica “agronómica” y saludable: “Si hubiéramos tenido hace diez años esta medida igual se hubieran evitado problemas de hongos en los cultivos” lamentó.
Jesús Manuel González Palacín desde UCCL además ha pedido agilidad en los trámites, pues va a haber poco tiempo físico para realizar estas labores, ya que hay que esperar a que haya lluvias para que baje el riesgo de incendios pero sin que entre el frío y los aguaceros constantes: “Los agricultores deben hacerlo bien este año para que el próximo no haya dificultades”. Ahora solo queda esperar el momento en que se dé vía libre a ello. La respuesta la tienen clara desde la Junta: “Cuando baje el riesgo de incendios”. A esperar.
