"Estabilización de suelos en caminos y otras infraestructuras agrícolas y forestales" INGASERT

Castilla y León con 94.222 km2, es la Comunidad Autónoma más extensa de España y una de las más extensas de Europa. Sus necesidades de comunicación hacen que disponga con una de las redes de caminos, carreteras y líneas de ferrocarril más extensas de nuestro País, ya que aunque su densidad de población es escasa, por Castilla y León pasan todas las redes que comunican el Norte de Portugal con Europa y el norte de España con el centro y el sur. En cuanto a la red de caminos, el total estimado para Castilla y León es de más de 250.000 kilómetros, casi una cuarta parte del conjunto nacional.

Los caminos y pistas forestales constituyen una red de importancia vital para la gestión y aprovechamiento de nuestros campos y montes y es un auténtico elemento vertebrador del territorio. En ella se incluyen desde caminos históricos, de comunicación entre pueblos o de acceso a muy diversos lugares, vias pecuarias hasta vías de uso regulado que soportan un intenso uso público en los espacios protegidos, pasando por numerosas pistas concebidas para la gestión del monte, así como miles de caminos particulares que dan acceso a las innumerables fincas rústicas y sus predios internos.

También debemos señalar que existen múltiples infraestructuras rurales donde la estabilización e impermeabilización de suelos es de suma importancia. Hablamos de:

Obras hidraúlicas.
Realización de zonas de aparcamiento de vehículos y maquinaria a un menor coste y manteniendo su uso en situaciones lluviosas.
Explanadas de almacenamiento en tierra (como son las eras que se encuentran en los alrrededores del casco urbano de cualquier pueblo y en muchas fincas agrícolas).
Creación de cualquier tipo de base o sub-base para el soporte de construcciones agrícolas.
Tratamiento de zonas en las que por la influencia del agua se quiera evitar la erosión del suelo y los derrumbes del terreno, tales como taludes de caminos o taludes entre bancales en zonas agrícolas escarpadas.
Realización de balsas de riego, charcas para acopio de agua para el ganado, u otros en los que se precisa una gran capacidad de impermeabilización para evitar la pérdida de los recursos hídricos y gran resistencia para soportar la presión ejercida por el agua acumulada.
Impermeabilización de estercoleros o fosas de purines en granjas intensivas, donde se acumulan residuos del ganado y hay riesgos de lixiviación o de filtración en época de lluvias, evitando costosas construcciones de hormigón e impidiendo que los residuos contaminen las capas freáticas.

LA IMPORTANCIA DEL MANTENIIENTO.

[[{«fid»:»24706″,»view_mode»:»media_original»,»type»:»media»,»attributes»:{«height»:360,»width»:640,»style»:»width: 450px; height: 253px; border-width: 5px; border-style: solid; margin: 5px; float: left;»,»class»:»media-element file-media-original»}}]]Pero el estado de conservación de nuestros caminos y resto de infraestructuras no siempre es el más adecuado. Afectados por lluvias, temperaturas extremas, nevadas, o por el paso de pesadas maquinarias y por un déficit en algunos casos de inversión y en otros de conservación, vemos cómo se van deteriorando y cómo empeora las condiciones para su uso.

El agua es el gran enemigo para la conservación de estas infraestructuras. El agua aumenta la plasticidad de los materiales provocando deformaciones con el paso de las cargas (roderas y otras deformaciones) y la escorrentía produce el arrastre de los materiales, lo que termina por deteriorar la firmeza y va complicando el uso.

Por ello, para su mantenimiento adecuado de estas infraestructuras hay que actuar en dos direcciones: impermeablización y cohesión de los materiales que las componen, además de mantener el sistema de drenaje.

EN INGASERT HEMOS INNOVADO.

En Ingasert, dentro de nuestro departamento de I+D+i hemos estudiado los diferentes productos existentes en el mercado, sus características y resultados así como las experiencias realizadas en otros países. Nos hemos especializado en ello, lo que nos permite realizar un asesoramiento y consultoría-solución técnica idónea y económicamente viable. El control y el seguimiento de los resultados de los diferentes productos nos permite plantear la mejor solución y siempre, desde luego, teniendo en cuenta la optimización de los costes.

Tradicionalmente los caminos se construían con los materiales existentes en el entorno de la traza, por lo que la calidad del mismo dependía de las características mecánicas de éstos.

Posteriormente se empezaron a emplear materiales transportados a la traza desde su lugar de origen como áridos naturales o de canteras y se generalizó el uso de «ligantes» como el betún o el cemento, además de las estabilizaciones habituales de los suelos existentes con cal y cemento. Todos estos materiales son caros y cada vez más difíciles de obtener: los permisos para la obtención de áridos son cada vez más complicados, el precio del betún (derivado del petróleo) es elevado y muy variable. Y el transporte de los áridos también encarece mucho la obra. Y además de caros son poco sostenibles medio-ambientalmente, con un impacto importante que es caro minimizar.

Por tanto, el presente y el futuro pasan por la innovación. La solución que Ingasert implementa se basa en el empleo de productos químicos que actúan en dos direcciones:

Por un lado se hidrofugan los materiales de naturaleza pétrea existentes en la traza mediante nanotecnología.
Por el otro se cohesionan mediante el uso de polímeros.

El resultado es una infraestructura de gran capacidad portante, impermeable, con buena rodadura y practicamente libre de polvo.

En resumen, la estabilización de suelos consiste en la mezcla homogénea y uniforme del sustrato con el que contamos in situ con otros productos y que tras su compactación proporcione al terreno las características necesarias para su uso y que esas características perduren el máximo posible en el tiempo, minimizando los costes de mantenimiento. Con ello conseguimos aprovechar los suelos existentes en las proximidades de las obras mejorando las características físicas de los mismos.

Y en INGASERT hemos conseguido, a través de la innovación y de la experiencia acumulada en años de trabajo en ingeniería y dirección de obras, una estabilización mucho más rápida, económica y sostenible que otras estabilizaciones habitualmente empleadas.

¿QUÉ TIPOS DE SUELOS PUEDEN SER TRATADOS Y QUÉ VENTAJAS SE OBTIENEN?

No todos los tratamientos son iguales. en Ingasert buscamos la solución más idónea técnica y económicamente.

Tras definir y localizar la obra a realizar estudiamos y caracterizamos mediante ensayos in situ o en laboratorio, si es necesario, los materiales existente, lo que nos permitirá seleccionar los productos químicos más adecuados y la dosificación necesaria para obtener los resultados esperados. Posteriormente determinaremos el método de aplicación -riego tópico en una o varias aplicaciones para caminos ya construidos o redacción del proyecto constructivo en nuevos trazados-, elaboraremos un presupuesto y, lejos de quedarnos ahí, recomendamos suministradores de los productos y aplicadores y hacemos seguimiento y control de la obra y la aplicación para evitar desviaciones en la calidad de la obra finalizada o en los costes en los que se incurrirá.

Con ello conseguiremos:

Aumentar de la capacidad portante del suelo (hasta en más de cinco veces el valor de CBR con relación a un suelo sin tratar).

Reducir los efectos negativos del agua, incluso hasta la completa impermeabilización, mejorando las características mecánicas y minimizando los efectos negativos del agua.

Aprovechar todos los tipos de suelos: Proporcionando las características adecuadas para su uso futuro.
Sistema de aplicación fácil en caminos ya construidos mediante riegos tópicos.
Durabilidad: Es un tratamiento permanente. Las características conseguidas al aplicar el sistema, al contrario de lo que suele ocurrir, no se pierden con el paso de los años, mejorando incluso con el paso del tiempo y el efecto del uso.
Es un sistema respetuoso con el medio ambiente, permitiendo aprovechar todo tipo de suelos. Además los productos aplicados son inocuos para el medio ambiente.
Es un sistema económico: El tratamiento de los suelos permite minimizar los acarreos de tierras, el empleo de materiales procedentes de préstamos o canteras y los productos que hay que llevar a vertedero.
Es un procedimiento rápido: Permite reducir los plazos en la construcción, empleando maquinaria más ligera y versátil que la empleada en otras estabilizaciones in situ de suelos.
E importante: hacemos seguimiento y control de la obra y la aplicación para evitar desviaciones en la calidad de la obra finalizada o en los costes en los que se incurrirá.