El Duero pedirá que se rebaje el volumen de reserva de los embalses de León para llegar a dar un riego a mitad de agosto

Agronews Castilla y León

30 de junio de 2017

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Los cuatro embalses de la provincia de León acumulan 592 hectómetros cúbicos de agua, la mitad que hace un año cuando llegaban a 1151, es decir, están el 45% frente al 89 de 2016. Años hidrológicos opuestos, uno por exceso de agua y otro por defecto. La campaña más intensa de riegos comienza ahora, en julio y agosto, y los agricultores ven con miedo la posibilidad de que el agua no llegue para dar un último riego a mediados de agosto que garantice que los cultivos terminen bien su ciclo vegetativo. Desde UGAL-UPA, su secretario general, Matías Llorente, ha asegurado que ante esta situación en la última reunión de la Junta de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Duero en la que, periódicamente, se revisa la situación de los embalses, se ha confirmado que los pantanos “no tienen las aportaciones de agua que tenían que tener y, por tanto las restricciones continuarán y habrá que ajustar al máximo los riegos”. Además se aprobó pedir a la Comisión nacional del Agua que se rebajen los niveles de reserva de agua que deben quedar en los embalses al final de campaña. En concreto piden que Barrios de Luna pueda bajar hasta los 15 hectómetros cúbicos, el Porma hasta 32 y Riaño entre 35 y 40 a fecha 30 de septiembre. Una decisión que formalmente deberá aprobar la CHD a mediados de julio antes de elevarla al ministerio.

El buen tiempo, explica Llorente, ha hecho que este año cultivos como el maíz, girasol o remolacha estén adelantados en torno a 20 días, por lo que a finales de agosto podrían ya estar desarrollados, pero necesitan un último riego a mediados de ese mes que, con el agua embalsada en la actualidad, no está garantizado, de ahí que hayan pedido que si la situación se mantiene como está ahora, se reduzca el agua embalsada que debe quedar al final de la campaña. Algo que tiene un riesgo añadido y es que si el próximo invierno no llueve lo suficiente, la campaña de riego de 2018 “no habrá agua ni para regar los geranios”, resume irónico, pero serio Llorente. Actualmente calcula que en la provincia 2.500 explotaciones dependen de poder dar ese último riego.

“Situación catastrófica en secano”

La entrada de las cosechadoras ha confirmado lo que se preveía, la situación es de “catástrofe total” en secano debido a la helada de finales de abril y la falta de agua, la cosecha está dejando rendimientos de menos de 500 kilos en cebada y menos de 1000 en el caso del trigo, a lo que hay que sumar que una superficie importante “no se podrá cosechar”. En regadío, a pesar de que se ha hecho orientación hacia cultivos con menos demanda hídrica hay 65.000 hectáreas de riego por inundación pendientes de que el agua llegue o no a mediados de agosto, si finalmente no se consigue dar ese riego “podríamos ver secar la mayoría de cultivos de maíz, remolacha, patatas o girasol, sí se salvarían las alubias y el girasol de ciclo corto”.

El domingo se ha terminado de dar el primer riego por inundación y se podrían dar otros dos o tres más esta campaña. Las lluvias de los últimos días han permitido ganar dos días en esos riegos, “se ha conseguido un pequeño ahorro en el consumo de los pantanos y ha ayudado a los cultivos a mejorar y a cambiar el ambiente porque hay más humedad”

El agricultor “no ha sido consciente” de la falta de agua

Que había poca agua embalsada y que la campaña de riego se preveía muy complicada se sabe desde hace meses, aún así no todos los agricultores han apostado por cultivos con menos demanda de riego. El maíz, por ejemplo, ha bajado la superficie en 4.000 hectáreas respecto al año pasado, “ahora a ver cómo terminan la campaña”, se pregunta Llorente porque “estamos en junio, los riegos fuertes llegan en julio y agosto, no hay agua y la gente no lo ha entendido, el agricultor no ha sido consciente, no se terminan de creer que no hay agua en los embalses, es algo difícil de asimilar en la provincia de León”.

En esta difícil campaña de riego, Llorente critica a las comunidades de regantes que han dicho no a la modernización “y no tendrán otra posibilidad hasta 2023, han sacrificado al abandono y la miseria a todas esas zonas y ellos son responsables, han trincado el futuro a agricultura y ganadería”.



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