El compromiso del sector porcino con el medioambiente

Agronews Castilla y León

20 de febrero de 2022

porcino

El sector ganadero en general, y el porcino en particular, llevan años trabajando en la mejora de la protección del medio ambiente así como en reducir el impacto que esta actividad tienen en el mismos, apostando por la reducción del consumo de agua, de energía y, especialmente, reduciendo la emisión de gases efectos invernadero.

En este sentido es bueno destacar que la Unión Europea y, por ende, España como miembro de pleno derecho de la misma, cuenta con la legislación más exigente en este tema tanto dentro de la denominada Política Agraria Común (PAC) como en la normativa que regula los diferentes escenarios medio ambiental, que lleva, por ejemplo, a que la instalación de una nueva granja de porcino tenga que contar con la correspondiente autorización ambiental sobre la base de la Ley 16/2002, circunstancia de la que carecen buena parte de los países terceros con los que los ganaderos y la industria agroalimentaria cárnica comunitaria compiten en los mercados mundiales.

Esa autorización, entre otras medidas, exige que las instalaciones ganaderas tengan las mejores condiciones para evitar la producción de residuos, o que los que se produzcan, se gestionen correctamente a través de su reciclado o reutilización; utilizar la energía de manera eficiente; y establecer medidas para prevenir y para evitar la contaminación.

Por lo que se refiere a la sanidad y el bienestar animal, la situación de las granjas europeas y españolas se puede asegurar que se encuentra a años luz del panorama que ofrecen otros países fuera de la Unión. El trato que reciben los animales en las granjas, aunque es evidente que todo es susceptible de mejorar, ha evolucionado de forma espectacular en temas como el espacio en el que viven los animales, la alimentación, la disponibilidad de agua, las condiciones en las que se producen los partos e incluso, aunque se trate de una simple curiosidad, la normativa comunitaria obliga a que los animales cuente con utensilios, llamémosles juguetes, con los que se pueden entretener…Si el nivel de exigencia de las Administraciones en el conjunto de la Unión Europea por lo que se refiere al bienestar animal es ya el más elevado del mundo, a ese mismo nivel hay que colocar el de la sanidad, con medidas muy estrictas y de obligatoria aplicación, en lo que a bioseguridad se refiere, se, por ejemplo, está permitiendo el control de los focos de Peste Porcina Africana que han ido desplazándose desde el este, Polonia, Alemania y que, en los últimos días, se han extendido al norte de Italia, evitando su generalización como si ha ocurrido en China donde las medidas de control son mucho más suaves.

España, siguiendo las pautas que se marcan desde Europa, se sitúa a la cabeza en lo que al control de la emisión de gases contaminantes en las granjas de porcino, especialmente en lo que se refiere a la reducción de la emisión a la atmósfera de gases contaminantes con amplia presencia del amoniaco, contribuyendo, además al cumplimiento de los objetivos climáticos de España sobre reducciones anuales vinculantes de las emisiones de gases de efecto invernadero por parte de los Estados miembros entre 2021 y 2030 que contribuyan a la acción por el clima, con objeto de cumplir los compromisos contraídos en el marco del Acuerdo de París.

En línea con los anterior los retos propuestos por The Farm Revolution, en su página, por lo que se refiere a tratar de reducir la evolución del cambio climático, prestan una especial incidencia en la reducción de :

  • gases de efecto invernadero (12% en conjunto agrícola y ganadero)
  • gas de amoniaco (más del 96% es agrícola mientras que ganadería es el 52%) ya que el sector del porcino está en el punto de mira en emisiones de amoniaco debido a su crecimiento, aunque cada vez es más eficiente.

En este sentido conviene destacar que se debe cumplir la directiva de techos de emisión (España supera el techo de amoniaco en un 45% que puede dar lugar a infracciones), el vaciado de las balsas, la posibilidad de reducir capacidades productivas si la cosa no mejora (como en Holanda) y la mejora de recogida de datos y estadísticas (ecogan) para medición y estimación de emisiones.

isponibles) entre otros



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