Productores afectados por pérdidas millonarias y competencia desleal de importaciones

Crisis en el sector de la cebolla en la Comunitat Valenciana

Agronews Castilla y León

4 de junio de 2024

Camp de cebes sense collir

La situación para los productores de cebolla de la Comunitat Valenciana se ha vuelto insostenible. Este año, las pérdidas se han cuantificado en más de 25 millones de euros, según la Unió Llauradora. Los bajos precios pagados en origen y la sobreabundancia de cebollas en los supermercados, muchas de ellas importadas, han creado un panorama desolador para los agricultores locales.

Durante la presente campaña, el precio medio pagado en el campo ha sido de apenas 0,10 €/kg. En muchos casos, los agricultores se han visto forzados a tomar la decisión drástica de no recoger sus cosechas, optando por rotovatar los campos en lugar de vender su producción a precios que no cubren ni siquiera los costos de producción, que oscilan entre los 0,25 y 0,30 euros/kg. Este diferencial entre los costos y los precios de venta ha hecho que «todo sea pérdida», según explican desde LA UNIÓ.

Un agricultor miembro de LA UNIÓ ha explicado la cruda realidad que enfrentan. “Me ofrecían 4 céntimos por un kilo de cebollas que tanto esfuerzo me había costado cultivar y con esa cantidad me niego a venderlas, prefiero rotovatar el campo a regalar mi producción. He aguantado hasta el final, pero la cebolla engorda, tiene una vida y si no se recoge cuando toca pues ya no sirve. Producir cebollas es una auténtica lotería”, lamenta.cebolla

Sector de la cebolla

Esta problemática se agrava al comparar los precios en origen con los precios en los supermercados. Los consumidores están pagando una media de 2 €/kg por la cebolla, lo que representa un diferencial del 1.918%. Esta situación ha encendido las alarmas en el sector agrícola valenciano, que denuncia una competencia desleal por parte de las cebollas importadas, que dominan los estantes de los supermercados. Estas cebollas llegan desde países tan lejanos como Chile, Perú, Senegal o incluso Nueva Zelanda, relegando la producción local a un segundo plano.

LA UNIÓ denuncia que estas cebollas importadas no solo desplazan a las locales, sino que también presentan diferencias significativas en términos de calidad. “Mientras nuestras cebollas están acabadas de cosechar y este año además sin problemas meteorológicos que hayan afectado, las de otros países llevarán ya más de cuatro meses recolectadas y por tanto la calidad no se puede comparar. Además, hay que tener en cuenta la diferenciación en los métodos de producción mucho más laxos fuera que aquí y la preocupación por el tema medioambiental o los residuos entre unas producciones y otras. Hay que exigir los mismos estándares de producción para los productos de terceros países que a los nuestros”, señalan desde la organización.

Este diferencial de precios y la preferencia por productos importados no solo generan pérdidas económicas para los agricultores valencianos, sino que también ponen en riesgo la sostenibilidad del sector agrícola local. LA UNIÓ hace un llamado a las empresas importadoras y a los supermercados para que reflexionen sobre sus prácticas comerciales. “Para qué importan cebollas de fuera con la cosecha echándose a perder en nuestros campos si no es por una cuestión de enriquecimiento económico y también los supermercados deberían ser más sensibles a las producciones de proximidad y exigir a las empresas que les suministren cosecha nacional. Nos gustaría que se priorizara por parte de todos, la compra de productos locales de proximidad que se distinguen de los otros por su calidad, frescura, sabor, seguridad alimentaria y compromiso además con la sostenibilidad ambiental.”, afirma LA UNIÓ.IMG 1394 rotated

El abandono de las cosechas y la falta de ingresos han llevado a muchos agricultores a una situación límite. “Estamos hablando de familias que viven de esto, de personas que han dedicado toda su vida a la agricultura y que ahora ven cómo su esfuerzo no tiene recompensa”, señalan desde la organización agraria. La situación actual no solo afecta a los productores de cebolla, sino que tiene repercusiones más amplias en toda la economía rural, que depende en gran medida de la agricultura.

Ante este panorama, LA UNIÓ ha solicitado medidas urgentes a las autoridades. Entre las propuestas, destacan la implementación de políticas que favorezcan la compra de productos locales por parte de los supermercados y una revisión de las políticas de importación para garantizar que los productos extranjeros cumplan con los mismos estándares de calidad y sostenibilidad que se exigen a los productos nacionales. Además, se pide una mayor transparencia en la cadena de distribución para que los consumidores puedan conocer el origen de los productos que compran y tomar decisiones informadas.

La crisis de la cebolla en la Comunitat Valenciana pone de relieve la necesidad de repensar el modelo de consumo y producción alimentaria. La apuesta por productos locales no solo es una cuestión económica, sino también de sostenibilidad y justicia para los agricultores. En un momento en que la preocupación por el medio ambiente y la sostenibilidad es cada vez mayor, apoyar la producción local se presenta como una solución necesaria y urgente.

En conclusión, la situación de los productores de cebolla en la Comunitat Valenciana es crítica. Las pérdidas millonarias y la competencia desleal de las importaciones amenazan la viabilidad del sector. LA UNIÓ hace un llamado a la reflexión y a la acción, tanto por parte de las empresas como de las autoridades y los consumidores, para proteger y apoyar la producción local, que se distingue por su calidad, frescura y compromiso con la sostenibilidad.



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