Crisis en el campo

Cereal: Agricultores de Extremadura piden la autorización de la quema de rastrojos para facilitar el control de plagas

Agronews Castilla y León

9 de marzo de 2024

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 La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Extremadura (Apag Extremadura Asaja) ha levantado la voz en una denuncia contundente, alertando sobre la crítica situación que enfrentan las explotaciones dedicadas al cultivo de cereales en la región. Los precios de mercado que apenas alcanzan para cubrir los costos de producción, sumados a la presión ejercida por plagas y enfermedades, están llevando a estos agricultores al borde del colapso económico.

La extensión de la problemática es tal que incluso los agricultores más experimentados y resistentes se ven abrumados por la magnitud de los desafíos que enfrentan. Extremadura, conocida por su rica tradición agrícola y sus vastas extensiones de tierras dedicadas al cultivo de cereales, ahora enfrenta una crisis que amenaza con desmantelar una de las bases fundamentales de su economía rural.

El presidente de Apag Extremadura Asaja, Juan Metidieri, no escatima en palabras al describir la situación actual: «Las explotaciones cerealistas están condenadas a la ruina si no se toman medidas urgentes para revertir esta tendencia. Los precios de mercado no cubren ni siquiera los costos de producción más básicos, y la presión adicional de plagas y enfermedades agrava aún más la situación».

La superficie dedicada al cultivo de cereales de invierno en Extremadura alcanza aproximadamente las 200.000 hectáreas, extendiéndose principalmente por las zonas de Campiña Sur, el centro de la región, así como las áreas cercanas a Olivenza y las Vegas Altas del Guadiana. Sin embargo, la rentabilidad de estas tierras ha disminuido drásticamente en los últimos años, exacerbando la crisis que ahora enfrentan los agricultores.

La guerra en Rusia y Ucrania ha tenido un impacto significativo en los precios internacionales de los cereales, elevando los costos por tonelada a niveles que resultan insostenibles para los productores extremaduranos. Según los datos proporcionados por Apag Extremadura Asaja, el costo por hectárea se sitúa entre los 390 y 450 euros por tonelada, mientras que el precio medio actual de la cebada apenas alcanza los 205 euros por tonelada, y el del trigo se sitúa en torno a los 200 euros por tonelada.cereal

La discrepancia entre los costos de producción y los precios de mercado es evidente, y las consecuencias no se limitan únicamente a la economía de los agricultores. La salud de las tierras de cultivo también se ve comprometida, ya que las enfermedades transmitidas por insectos y hongos, como el mosquito de trigo y el gusano del alambre, están proliferando sin control.

Agricultores cerealistas

Juan Metidieri advierte sobre el uso excesivo de tratamientos químicos, que si bien pueden ofrecer una solución temporal, a largo plazo solo contribuyen a enriquecer a las grandes industrias multinacionales, dejando a los agricultores en una situación aún más precaria. Es imperativo encontrar soluciones sostenibles que no solo protejan la economía de los agricultores, sino también la salud del medio ambiente y la calidad de los productos agrícolas.

Ante esta crisis, Apag Extremadura Asaja ha presentado una serie de medidas urgentes que consideran imprescindibles para revertir la situación. Entre ellas, destacan la necesidad de autorizar la quema controlada de rastrojos, una práctica que ha sido prohibida desde 2016 pero que ahora se considera vital para controlar la proliferación de plagas y enfermedades. Además, solicitan la concesión de ayudas económicas específicas para la producción integrada de cereal, con un mínimo de 150 euros por hectárea, como forma de apoyar a los agricultores en estos momentos difíciles.06032024125957 IMG 20240125 130028

La respuesta de las autoridades regionales y nacionales ante esta crisis se convierte en un factor determinante para el futuro de la agricultura cerealista en Extremadura. El presidente de Apag Extremadura Asaja insta a la Consejería de Agricultura a tomar medidas concretas y efectivas para abordar los desafíos que enfrenta el sector. «Extremadura no puede permitirse el lujo de perder una producción tan importante como son los cereales. Es responsabilidad de todos garantizar la viabilidad y sostenibilidad de nuestra agricultura», concluye Metidieri.

En un contexto marcado por la incertidumbre económica y los desafíos ambientales, la voz de los agricultores de Extremadura se alza como un llamado urgente a la acción. La viabilidad de la agricultura cerealista en la región está en juego, y es necesario un compromiso conjunto de todos los actores involucrados para encontrar soluciones que aseguren un futuro próspero para esta importante actividad agrícola.



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