“Muy grave”, “absolutamente penoso”, “un desastre”, son algunos de los calificativos que el presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo (PP), ha utilizado para referirse a la situación del campo leonés que, a la complicada situación derivada de la sequía, ha unido las fuertes heladas de hace dos semanas. Majo convocó a las cuatro organizaciones agrarias de la provincia para abordar la situación y recoger sus reivindicaciones, del encuentro salió un documento con cinco puntos que se enviará tanto a la Junta de Castilla y León como al Ministerio de Agricultura y que, también, se convertirá en una moción que se aprobará por parte de la Diputación.
Cinco puntos con los que “apoyar” al sector y que pasan por pedir que las ayudas directas sean para los agricultores profesionales; que “en la medida de lo posible, los préstamos sean subvencionados”, que haya “apoyo normativo y económico al seguro agrario”, en cuarto lugar, una moratoria en el pago de los cánones a la Confederación Hidrográfica del Duero y, por último, “que la reducción en los módulos agrarios se haga ya a final de año cuando se calculen; y que haya bonificaciones o exenciones en los pagos a la Seguridad Social agraria”.
Con este documento, resumió Martínez Majo, “la Diputación intentará impulsar la sensibilidad de la Junta y el Ministerio reivindicando para León lo que nos corresponde”.
Unión sindical para convocar movilizaciones
Todas las organizaciones agrarias agradecieron la “sensibilidad” del presidente de la institución provincial. El secretario general de Asaja en Castilla y León, José Antonio Turrado, aseguró que “tener aliados en las instituciones a la hora de llevar las reivindicaciones a Valladolid y Madrid es importante porque no se cuestionará tanto que tenemos razón”.
En cualquier caso las organizaciones agrarias no esperan que las decisiones de las administraciones con competencias lleguen pronto, auguran que habrá que esperar meses y que la situación no dejará de empeorar y por tanto prevén movilizaciones reivindicativas en la calle. Turrado asegura que “la situación se deteriorará, habrá más preocupación si los acuerdos no llegan y habrá que llevar a cabo medidas de protesta” que, confía, se puedan hacer con “unidad de acción”. En este mismo sentido, Matías Llorente, secretario general de UGAL UPA, añadió que “habrá que hacer movilizaciones y la unidad de las organizaciones tiene que ser algo imprescindible, los agricultores y ganaderos no entenderían que cada uno fuera por su lado”.
Guerra del agua
Matías Llorente hizo hincapié en un problema que puede surgir en las próximas semanas y meses, una guerra del agua entre agricultores, por ello pidió que en la campaña de riego “sean capaces de respetarse unos a otros” para que no se convierta en un “conflicto”. “Puede ser muy triste si vemos 60.000 o 70.000 hectáreas que se secan”, por ello confía en que se pueda hacer una buena distribución del agua, “que haya unas normas que se sigan estrictamente”. Además también pidió una “reflexión” sobre el problema de los seguros agrarios, “no se puede seguir así, el campo necesita un importante capital circulante y no puede ser que el campo no esté asegurado”. Hay que “darle unas vueltas” y conseguir que haya “un seguro de la explotación que permita una indemnización para poder seguir adelante”
Situación sin precedentes
Juan Antonio Rodríguez, responsable de UCCL en León, expuso que “esta situación no tiene precedentes, es la sequía más grave históricamente, el secano está totalmente perdido y se han unido las heladas”. Considera que la la administración “solo está mareando la perdiz y la situación es muy grave”, por ello urgió a la administración a “tomar medidas” ante una situación que seguirá empeorando.
Al encuentro asistió también el responsable de Coag en León, Apolinar Castellanos.
