49.000 Toneladas. Esa es la cifra prevista por La Unió de Llauradors para la cosecha a recoger en campaña cerealista de este año. Según asegura la organización este año se esperan unas cifras “irregulares” fuera de los parámetros habituales. Mientras que en Castellón la cosecha es “muy superior” a la pasada en la zona de Valencia y Alicante el descenso es notable sobre lo que se suele registrar -3 toneladas de media-.
EN TRES DATOS
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Esta campaña se ha conseguido incrementar la cosecha un 16 por ciento respecto a 2015 -
Destaca la reducción de cultivos herbáceos en la comunidad, en comarcas del interior valenciano, en un 6 por ciento -
La cebada ha subido un 10 por ciento su cosecha mientras que el trigo ha descendido un 8 por ciento
Además el aumento de producción autonómico contrasta con la bajada prevista de más del 1% en el resto del Estado y a pesar de ello los precio, según avisan, han vuelto a bajar. Por el contrario los costes han aumentado en los últimos dos años, lo que supone que en ese periodo la renta neta de las explotaciones de cereales valencianas disminuya un 31%, a lo que se debe sumar un descenso del 13,5% del antiguo pago único (ayudas desacopladas).
Muchas explotaciones endeudadas
Esta situación pone en la cuerda floja a las explotaciones ya que, según advierte la organización, muchas se están endeudando de una forma alarmante. La solución, clara: “Solicitamos contratos que garanticen un suministro para la industria a cambio de un precio adecuado para el productor o por un sistema de seguros agrarios que contrarresten esta situación. También pedimos a la Generalitat que establezca una moratoria en la devolución de los préstamos del principal y de los intereses que se solicitaron en el marco de las ayudas establecidas por la sequía de 2014” apuntan desde La Unió.
