La Feria de Lerma saldrá adelante un año más. La histórica cita, cuya continuidad fue puesta en tela de juicio tras el órdago lanzado por una veintena de expositores habituales semanas atrás, ha superado su particular crisis y volverá a celebrarse el primer fin de semana de mayo. Eso sí, lo hará con varias novedades, derivadas, en gran medida, de la retirada de esa veintena de expositores, que finalmente han cumplido su palabra y no acudirán a la feria de este año.
Izquierdo asegura que la feria seguirá contando con la calidad de siempre a pesar de la reducción de firmas
De momento, desde el Consistorio se dan por satisfechos tras haber logrado ‘salvar’ la edición de este año. La alcaldesa, Celia Izquierdo,no oculta su decepción por el ‘motín’ suscitado por varias de las empresas más potentes, y reconoce que la organización de la cita de este año ha sido difícil. Aún así, subraya “la feria sigue adelante”, aunque sea con “menos metros cuadrados y menos expositores”, una realidad ante la que poco se puede hacer ya visto el conflicto suscitado este año. Un conflicto que, a pesar de los quebraderos de cabeza que ha generado, no ha impedido preparar una “feria muy atractiva para las empresas y los profesionales“.
En este sentido, la alcaldesa asegura que la edición de este año tendrá “representantes de prácticamente todas las marcas nacionales de maquinaria agrícola”. Sólo algunas de las habituales han decidido dar un paso atrás a raíz del acuerdo promovido por varias firmas del entorno para intentar limitar al máximo la asistencia de las marcas. Un acuerdo que, según reconoce Izquierdo, “ha cerrado muchas puertas”, pero no todas las que pretendía, ya que el Ayuntamiento ha recibido “muchas muestras de apoyo” por parte de numerosos representantes del sector.
Nuevos planteamientos
Con todo, la situación generada este año ha obligado a “innovar” en la organización. Así, está previsto que la edición de este año cuente con “muchas novedades relacionadas con el sector” que permitan potenciar la feria a pesar de la reducción del número de expositores. De momento, Izquierdo se guarda esas novedades para sí a la espera de la presentación oficial de la feria, que tendrá lugar en las próximas jornadas.
A partir de ahí, lo que está claro es que la crisis suscitada este año supone un toque de atención. No tanto por las “prácticas” realizadas por los expositores ‘díscolos’, sino porque la simple existencia de éstos implica que algo no termina de funcionar. Y los responsables del Consistorio lo saben. Por eso, la propia alcaldesa adelanta que una vez finalizada la cita de este año se sentarán con las empresas para estudiar diferentes fórmulas de mejora de la feria que permitan su continuidad a medio y largo plazo. Unas fórmulas basadas, inicialmente, en “pequeños cambios”. Y es que, según la alcaldesa, “no es lógico acabar de raíz con algo que ha funcionado muy bien durante tantos años”.
G. De la Iglesia – www.burgosconecta.es
