El año pasado se sacrificaron en la provincia de Zamora más de 3.000 cerdos en las llamadas «matanzas domiciliarias»

María José Salvador

8 de diciembre de 2015

Matanzas Domiciliarias

Los servicios veterinarios de la Junta de Castilla y León y colaboradores analizaron el pasado año un total de 3.300 cerdos dentro de las denominadas campañas de matanza domiciliarias.

Desde el pasado mes de octubre veterinarios del Gobierno Regional y colaboradores están realizando un control sobre las matanzas domiciliarias que se prolongarán hasta el primer domingo de abril de 2016. El mayor pico de sacrificios de cerdos en la provincia zamorana se ha realizado en el Puente de la Constitución y próximamente el periodo navideño es otra de las fechas claves para llevar a cabo la matanza del cerdo.

Durante la pasada campaña se alcanzó la cifra de 3.357 cerdos sacrificados en domicilios particulares, 144 por servicios veterinarios oficiales y 3.213 por los 43 profesionales colaboradores que han prestado sus servicios en 138 municipios. Esto supone un aumento de 339 animales respecto a la campaña de los dos años anteriores, en la que se analizaron 3.018 animales, 144 por servicios veterinarios oficiales y 2.874 por los veterinarios colaboradores.

Lo cierto es que aunque el número de sacrificios domiciliarios tuvo un ligero aumento la pasada campaña, las tradicionales matanzas tienden a la baja y desde la campaña 1999/2000 el número de análisis realizados ha disminuido aproximadamente un 77 por ciento.

Abilio del Barrio es un veterinario colaborador de las matanzas domiciliarias desde hace más de 20 años en la comarca de Aliste, Tábara y Alba. El ha constatado que el sacrificio de cerdos ha ido cayendo paulatinamente en la provincia por dos causas, por un lado el envejecimiento de los pueblos y, por otro, los hábitos de consumo en la carne de cerdo. Pese a todo, según ha señalado Abilio a AGRONEWS CASTILLA Y LEÓN, “las matanzas siguen siendo un gran tradición en los pequeños pueblos zamoranos, por eso mientras haya gente seguirán existiendo”.

El veterinario tiene dos formas de controlar la carne del cerdo sacrificado bien a través de la visita “in situ” en el momento del sacrificio donde ve la canal y se lleva las vísceras para analizarlas o bien le llevan la carne directamente al veterinario. Este profesional cobra 6 euros por cerdo analizado y 20 euros por realizar análisis de carne de jabalí “es más complicado su examen y por eso cobramos más”, ha asegurado Abilio del Barrio.

Precisamente en la campaña pasada se analizaron un total de 314 jabalíes y 11 ciervos mientras que en la anterior, 2013/14, se controlaron 290 jabalíes y 75 ciervos.

El veterinario, en las campañas domiciliarias, analiza la carne de cerdo a través de la lengua, carrilleras, intercostales con el objetivo de evitar la triquina y “echa un vistazo” a las vísceras del animal, como hígado y pulmones, para ver si tiene parásitos o quistes hidatídicos.



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