Las comunidades de regantes tienen el reto de reducir sus costes energéticos para que su agricultura sea más rentable y competitiva. Con este argumento un centenar de profesionales han asistido hoy, 16 de junio, a la jornada “Problemas y soluciones en la contratación de proyectos de bombeo solar en comunidades de regantes. Presentación de un modelo de pliego técnico y administrativo”. En ella diferentes expertos han remarcado la necesidad de diseñar y ejecutar parques fotovoltaicos de autoconsumo que tengan en cuenta las “peculiaridades” del sector primario.
“Una de las primeras que hay que señalar es que las comunidades de regantes demandan energía unos seis meses al año: desde marzo-abril hasta mediados de otoño. Esto hace que sea mucho más compleja la integración de una planta fotovoltaica en los sistemas de riego que en los usos industriales”, ha recordado José María Yusta, profesor del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Zaragoza.
La jornada se ha celebrado en el marco del proyecto de cooperación “Sostenibilidad económica y ambiental de la energía para el regadío” que está financiado con fondos europeos del Programa de Desarrollo Rural-PDR del Gobierno de Aragón y que está coordinado por la Comunidad General de Riegos del Alto Aragón. Su presidente, José Antonio Pradas ha sido el encargado de inaugurar el encuentro y de recordar que “el año pasado los costes energéticos rozaron lo históricamente insospechado, por tanto, necesitamos buscar alternativas a través de las renovables. Sin duda hay que encontrar las mejores soluciones”, ha dicho.
Miguel Antonio Tolosa, jefe de la Unidad de Desarrollo Rural del Servicio provincial de Zaragoza del Gobierno de Aragón ha añadido que “el bombeo solar, sin una buena caracterización previa de todo lo que concierne a la instalación hidráulica y electromecánica, está abocado a unas situaciones que pueden llevar a no conseguir todos los beneficios potenciales deseados”. En su ponencia ha detallado la evolución histórica de este tipo de proyectos cuya “ejecución suponen un gran reto para las comunidades de regantes”.
En una línea muy parecida se ha expresado Alejandro Serrano, director general de Bombeatec. En su opinión “es importante que exista una correcta integración entre el generador fotovoltaico y la estación de bombeo”. Su empresa, afincada en Cariñena, ha sido la encargada de redactar y presentar durante la jornada el pliego técnico para la contratación de proyectos en comunidades de regantes que a partir de ahora queda a disposición de todas ellas.
Un pliego técnico que debe ir acompañado de otro de carácter administrativo para que los promotores puedan acceder a la convocatoria de subvenciones del Gobierno de Aragón. “Las comunidades de regantes deben licitar las obras conforme a la Ley de contratos del sector público, lo cual supone un plus de complejidad administrativa”, ha señalado Miguel Ángel Bernal, profesor de la Universidad de Zaragoza y consultor a través de la empresa YKSIOS. En su opinión, es importante tener capacidad para resolver las incidencias que aparecen tanto en la adjudicación como en la ejecución de estos proyectos que están cofinanciados.
A lo largo de la mañana se han presentado diferentes soluciones técnicas y administrativas. “La mejor instalación no siempre debe ser fija -ha recordado José María Yusta-. Para integrar la producción de forma más sostenible puede ser más interesante que sea móvil de un eje”. La jornada ha servido para cerrar el proyecto de cooperación “Sostenibilidad económica y ambiental de la energía para el regadío” desarrollado durante las tres últimas anualidades con la finalidad de mejorar la integración del bombeo solar en el sector agrario.
