La producción mundial de leche continúa creciendo, en los siete primeros meses de 2018 frente a la campaña anterior, aunque en el mes de julio se ha registrado una ralentizcación de ese aumento.
Así, teneindo en cuenta los datos de los cinco principales exportadores se aprecia como en el pasado mes de julio se ha producido un aumento de la producción del 1% cifra que es muy inferior al acumulado que se sitúa en el 2,7% e incluso la cifra de junio cuando el ascenso llegó a ser del 1,5%.
La situación tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea son las dos principales causas de esa bajada del ritmo de aumento. Así en el caso de la UE ha sido la fuerte sequía vivida en muchos de los Estados Miembros del Norte unida a un fuerte calor lo que ha frenado el crecimientos mientras que en Estados Unidos el motivo de la bajada hay que buscarlo más en la reducción de los precios pagados a los ganaderos.
A esto hay que sumar la bajada de producción en Australia fruto también de la climatología que está provocando que se esté recogindo allí casi un millón de litros de leche menos por día.
Argentina y Nueva Zelanda contrastan con esta situación y siguen creciendo con fuerza
